viernes, 29 de enero de 2010

EN EL PUEBLO LA MACARENA HABRIAN HALLADO 2000 CADAVERES

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EN EL PUEBLO LA MACARENA HABRIAN HALLADO 2000 CADAVERES




La fosa más grande de Colombia

Pobladores, ONG y la prensa denunciaron esta semana que, detrás del cementerio, hay unos 2000 cuerpos sin identificar que habrían sido asesinados por paramilitares y enterrados por miembros del ejército. El gobierno lo niega.













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Por Katalina Vásquez Guzmán



Desde Medellín



En las tierras ardientes de La Macarena estaría la fosa común más grande de Colombia. Pobladores, ONG y prensa internacional denunciaron esta semana que, detrás del cementerio, hay unos 2000 cuerpos sin identificar que habrían sido enterrados por miembros del ejército. El alcalde de esa localidad, Eliécer Vargas, negó a Página/12 la existencia de esta fosa. “Eso es pura mentira”, afirmó el gobernante desde Bogotá. “En La Macarena no hay ninguna fosa común”, afirmó enérgicamente.



La Macarena es un pequeño pueblo 200 kilómetros al sur de Bogotá. Se lo conoce como caliente por, además de que la temperatura alcanza los 28 grados centígrados, la marcada presencia de grupos ilegales, primero, insurgentes; más tarde paramilitares de ultraderecha. Estos últimos serían, según las denuncias, los responsables de asesinar, desmembrar y enterrar los civiles sin nombres en esa localidad. Algunos de ellos podrían ser “la multitud de líderes sociales, campesinos y defensores comunitarios que desaparecieron sin dejar rastro”, según le contaron los pobladores a Jairo Ramírez, del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia.



Hace algunas semanas Ramírez viajó hasta el lugar de los hechos con una delegación de parlamentarios ingleses. “Lo que vimos fue escalofriante”, declaró al periódico español Público. Describió que vio “infinidad de cuerpos, y en la superficie cientos de placas de madera de color blanco con la inscripción NN y con fechas desde 2005 hasta hoy”. Sin embargo, el alcalde de La Macarena le dijo a este diario que, como en todo pueblo, hay un cementerio y que es allí donde “hay 2000 cuerpos de muertos de los últimos cincuenta años. Por supuesto, hay algunos que están sin identificar”.



También la Fiscalía General dijo que ya conoce la denuncia pero dijo no tener confirmada la existencia de la fosa. Al periódico Nuevo Herald de Estados Unidos declararon que en La Macarena solo inhumaron algunos cuerpos y que desconocen el número real actual. “El gobierno no quiere investigar”, le dijo el sociólogo Alfredo Molano al medio de comunicación español, señalando que “ni en los años cincuenta hubo en Colombia tanta brutalidad como la que muestran estas acciones de los paramilitares”. Para Molano el gobierno sólo permitirá que aparezcan algunas tumbas. “Esas son afirmaciones amarillistas de los periodistas que quieren dañar la imagen de La Macarena”, sentenció Eliécer Vargas a Página/12 antes de colgar el teléfono.



La denuncia del macabro hallazgo, el más grande del país de confirmarse, puso en la agenda el tema de las desapariciones en Colombia. Según la Fiscalía, serían 25 mil los ciudadanos que están desaparecidos en este país. Las pocas decenas de estos que han podido ser encontrados en los últimos años estaban en fosas comunes como las que, en febrero de 2009, se encontraron en La Macarena. En otras regiones como El Putumayo (sur) y Antioquia (centro) también se han encontrado enterramientos de hombres, mujeres y niños, incluso desmembrados, en zonas despobladas y alejadas de los cascos urbanos.



En parte, los descubrimientos de fosas comunes han sido posibles gracias a las declaraciones de ex paramilitares, también conocidas como versiones libres, en las que los hombres confiesan sus crímenes para alcanzar los beneficios de la Ley de Justicia y Paz. Recientemente, alias Betún, John Jairo Rentería, reveló a un fiscal que desmembró y enterró “al menos a 800 personas” en la finca Villa Sandra, en Putumayo. En La Macarena se anuncian investigaciones desde hace un año, cuando la Unidad de Exhumaciones de la Fiscalía en la ciudad de Villavicencio avisó que desplazaría equipos a la localidad para investigar las denuncias de los ciudadanos, incluso del sepulturero que habría visto enterrar los miles de NN entre 2002 y 2005.

miércoles, 27 de enero de 2010

Ya no!!!!!!


YA NO !!! (por Roger Rodriguez de La República)    
YA NO !

Ya no tendrá una bufanda para ocultar su rostro, ni hará una mueca para desfigurar su cara en la foto, ni podrá ampararse en la ceguera de sus víctimas encapuchadas … El coronel Juan Manuel Cordero Piacentini será fotografiado de frente y de perfil, para que nadie olvide los detalles de su siniestra figura.

Ya no irá al bar La Iguana a tomar cervezas, o realizará sus diarias caminatas fumando pese a su mal cardíaco, ni correrá cuando sienta que las cámaras de la televisión lo acosan, ni enjuiciará a los periodistas que lo siguen… El coronel Juan Manuel Cordero será filmado en su silla de reo ante la Justicia federal argentina.

Ya no podrá interrogar con esa voz irónica que se transformaba en despiadado grito para aterrar a sus detenidos, atados de pies y manos, sometidos a la corriente eléctrica, hundidos en el agua podrida del tacho, golpeados salvajemente… Manuel Cordero será quien tenga que dar respuesta a las preguntas de fiscales y jueces.

Ya no participará de aquellas fiestas del Lido, con whisky importado, con cocaína de la buena, con mujeres que aceptaban o lo soportaban, cuando le decían “Manucho” y él se sentía un play boy, festejado por sus alcahuetes… Cordero pasará sus noches tras las rejas, temiendo que alguien venga a acompañarle.

Ya no gozará de la caducidad que le daba la ley de Julio María Sanguinetti, del indulto de Carlos Menem, de la vista gorda de Luis Alberto Lacalle, de la cobertura de Jorge Batlle, de la complicidad del ministro Marco Aurelio, o de las maniobras de sus abogados… El reo J.M.C.P. afrontará el juicio que corresponde y el castigo que merece. Y aunque nada de eso le quitará el dolor a sus torturados, le evitará la humillación a sus violadas, le devolverá la vida a Iván Morales, a Zelmar, al Toba y sus otros muertos, o permitirá encontrar restos de sus desaparecidos, existirá más verdad y se hará justicia. Y, sobre todo, la impunidad de un criminal de lesa humanidad habrá sido derrotada.

Tomado de La República, 24/01/2010

domingo, 24 de enero de 2010

Foro Mundial Social

(Español) FORO SOCIAL MUNDIAL: Brasil, otra potencia es posible






Por Fabiana Frayssinet



RÍO DE JANEIRO, 21 ene (IPS) – Cuna del primer Foro Social Mundial (FSM), que nació como una alternativa al debate neoliberal, Brasil va a camino a convertirse en una potencia económica, según vaticinan los analistas. La pregunta es qué tipo de modelo tomar para no seguir el mismo camino que tanto criticó.



El presidente Luiz Inácio Lula da Silva suele repetirlo en sus discursos nacionales e internacionales. Pero cabe a sus ministros en todas las áreas expresarlo con programas y metas,incluso al de Turismo, Luiz Barretto.



“Brasil se perfila en 2016 como la quinta economía del mundo”, dijo el ministro al lanzar el plan estratégico turístico para la próxima década.



“Este excelente momento económico que Brasil está viviendo, siendo el último en entrar y el primero en salir de la crisis (financiera mundial) lo recolocan definitivamente como un país que tendrá una importancia grande en el escenario internacional en la próxima década”, afirmó.



Francisco Barone, economista de la Fundación Getulio Vargas,lo confirmó con datos. La potencialidad de un país se mide con el producto interno bruto (PIB).



“De acuerdo con el PIB brasileño, nos encuadramos entre las 10 mayores economías del mundo”, señaló el economista. Y la perspectiva es de crecimiento, camino a ser uno de los “líderes” del “Brics” – Brasil, China, India, Rusia- en menos de cinco años, vaticinó.



Una perspectiva que Barone atribuye al gran mercado interno: 190 millones de habitantes, donde gran parte de lo producido es consumido.



Pero también a otras potencialidades de Brasil, como su enorme matriz energética –incrementada tras el reciente descubrimiento por parte de la estatal Petrobrás de nuevos yacimientos de petróleo–, su diversidad industrial, su estabilidad económica y su capacidad de exportación. Desde productos derivados del gronegocio hasta aviones, fabricados por la empresa pública Embraer.



Cándido Grzybowski, director del Instituto Brasileño de Estudios Sociales y Económicos (IBASE), una de las entidades que impulsaron el FSM desde sus comienzos, cree que así como “otro mundo es posible” –como predice el eslogan del foro- también es posible ser otro tipo de potencia.



Entrevistado por IPS antes del comienzo de la décima edición del FSM, que se realizará del 25 al 29 de este mes, Grzybowski dijo ambicionar un modelo de “potencia” que, antes que nada,supere sus propias deudas, como la de su enorme desigualdad social.



En los últimos años, Brasil tuvo algunos avances en ese sentido, según Barone. Avances destacados por estudios oficiales como los del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA).



El IPEA reveló que, de 2003 a 2008, unas 19,5 millones de personas salieron de la pobreza, y que los ingresos de 10 por ciento de los más pobres creció en ritmo mayor que los de 10 por ciento de los más ricos, “indicando también una reducción de la desigualdad social en el país”.



Pero todavía hay que hacer, según Barone. La deuda histórica del hambre no se ha superado aún. Hay todavía 15 millones de personas en estado de inseguridad alimentaria.



“Para ser una potencia económica, los desafíos pasan por la disminución de la desigualdad social”, por razones humanitarias, pero también pragmáticas, explicó. “Esos millones de excluidos sociales transformados en consumidores van a demandar más de la industria nacional, la industria produce más, emplea y eso genera un círculo vicioso de crecimiento”.



Grzybowski se refirió a otros desafíos de la famosa desigualdad brasileña, como la vinculada “al derecho a la distribución de todos los bienes comunes de esta tierra que es muy rica”.



En Brasil “parece normal tener propiedades de 3.000,200.000, 500.000 hectáreas”. Un país donde los dueños de latifundios que “no llegan a uno por ciento de los propietarios de la tierra, tienen un poder de veto grande en el Congreso legislativo”.



“Algo de esta potencia está equivocado”, reflexionó.



El director de IBASE – unas de las organizaciones del comité internacional del FSM – busca otro tipo de potencia que, por ejemplo, “no reproduzca el modelo imperialista”, tantas veces criticado al interior de ese foro, que este año se realizará de manera descentralizada en por lo menos 27 regiones de todo el mundo.



Una potencia “positiva”, con una agenda internacional “equilibrada”, dijo al referirse a casos como el de la expansión de Petrobrás en países vecinos como Bolivia, o a las negociaciones sobre Itaipú, la hidroeléctrica que Brasil también comparte con Paraguay.



Para el director de IBASE, es necesario fortalecer “aun mas” la “actitud de respeto con esos países”, reconociendo que “hay una total asimetría en esa relación”.



“No podemos continuar haciendo lo que el planeta hizo con ellos, como potencia dominante. Tenemos que invertir esa relación”, alertó, señalando temer que su país comience a “sacar provecho de la pobreza de los otros”.



“Me gustaría ver un Brasil solidario, no un Brasil que disputa ser socio del grupo exclusivo del G8 o del G20, sino un país que promueva la igualdad entre los pueblos”, que acepte “que es administrador de un gran patrimonio natural y que por lo tanto tiene una responsabilidad planetaria”, dijo Grzybowski.



En el mismo contexto, el director de IBASE pidió que su país fuera más “radical en la agenda de derechos humanos”.



“No podemos andar haciendo acuerdos por ahí para conquistar mercados ignorando las violaciones sistemáticas de los países con quien hacemos” los tratados, dijo al referirse a países africanos con dictaduras con los cuales Brasilia ha negociado.



Grzybowski dijo estar preocupado, por ejemplo, “en lo que China hace en África” y exhortó a no inspirarse en el modelo de esa otra potencia emergente. “Es sacar partido de la agenda del atraso en función del llamado interés nacional chino”, sostuvo.



“¿Es ése el modelo que aspiramos?”, se preguntó.



El director de IBASE opinó que el FSM también podía hacer su aporte en ese sentido, impulsando a través de sus organizaciones sociales una agenda “progresista, democrática, igualitaria, con justicia social”..



“Una agenda que redefina el modelo de desarrollo, una agenda que considere la justicia social asociada a la justicia ambiental, sólo puede emerger de la sociedad civil”, sostuvo.



(FIN/2010)







Por Fabiana FrayssinetRÍO DE JANEIRO, 21 ene (IPS) – Cuna del primer Foro Social Mundial (FSM), que nació como una alternativa al debate neoliberal, Brasil va a camino a convertirse en una potencia económica, según vaticinan los analistas. La pregunta es qué tipode modelo tomar para no seguir el mismo camino que tanto criticó.El presidente Luiz Inácio Lula da Silva suele repetirlo en sus discursos nacionales e internacionales. Pero cabe a sus ministros en todas las áreas expresarlo con programas y metas,incluso al de Turismo, Luiz Barretto.“Brasil se perfila en 2016 como la quinta economía del mundo”, dijo el ministro al lanzar el plan estratégico turístico para la próxima década.“Este excelente momento económico que Brasil está viviendo, siendo el último en entrar y el primero en salir de la crisis (financiera mundial) lo recolocan definitivamente como un país que tendrá una importancia grande en el escenario internacional en la próxima década”, afirmó.Francisco Barone, economista de la Fundación Getulio Vargas,lo confirmó con datos. La potencialidad de un país se mide con el producto interno bruto (PIB).“De acuerdo con el PIB brasileño, nos encuadramos entre las 10 mayores economías del mundo”, señaló el economista. Y la perspectiva es de crecimiento, camino a ser uno de los “líderes” del “Brics” – Brasil, China, India, Rusia- en menos de cinco años, vaticinó.Una perspectiva que Barone atribuye al gran mercado interno: 190 millones de habitantes, donde gran parte de lo producido es consumido.Pero también a otras potencialidades de Brasil, como su enorme matriz energética –incrementada tras el reciente descubrimiento por parte de la estatal Petrobrás de nuevos yacimientos de petróleo–, su diversidad industrial, su estabilidad económica y su capacidad de exportación. Desde productos derivados del gronegocio hasta aviones, fabricados por la empresa pública Embraer.Cándido Grzybowski, director del Instituto Brasileño de Estudios Sociales y Económicos (IBASE), una de las entidades que impulsaron el FSM desde sus comienzos, cree que así como “otro mundo es posible” –como predice el eslogan del foro- también es posible ser otro tipo de potencia.Entrevistado por IPS antes del comienzo de la décima edición del FSM, que se realizará del 25 al 29 de este mes, Grzybowski dijo ambicionar un modelo de “potencia” que, antes que nada,supere sus propias deudas, como la de su enorme desigualdad social.En los últimos años, Brasil tuvo algunos avances en ese sentido, según Barone. Avances destacados por estudios oficiales como los del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA).El IPEA reveló que, de 2003 a 2008, unas 19,5 millones de personas salieron de la pobreza, y que los ingresos de 10 por ciento de los más pobres creció en ritmo mayor que los de 10 por ciento de los más ricos, “indicando también una reducción de la desigualdad social en el país”.Pero todavía hay que hacer, según Barone. La deuda histórica del hambre no se ha superado aún. Hay todavía 15 millones de personas en estado de inseguridad alimentaria.“Para ser una potencia económica, los desafíos pasan por la disminución de la desigualdad social”, por razones humanitarias, pero también pragmáticas, explicó. “Esos millones de excluidos sociales transformados en consumidores van a demandar más de la industria nacional, la industria produce más, emplea y eso generaun círculo vicioso de crecimiento”.Grzybowski se refirió a otros desafíos de la famosa desigualdad brasileña, como la vinculada “al derecho a la distribución de todos los bienes comunes de esta tierra que es muy rica”.En Brasil “parece normal tener propiedades de 3.000,200.000, 500.000 hectáreas”. Un país donde los dueños de latifundios que “no llegan a uno por ciento de los propietarios de la tierra, tienen un poder de veto grande en el Congreso legislativo”.“Algo de esta potencia está equivocado”, reflexionó.El director de IBASE – unas de las organizaciones del comité internacional del FSM – busca otro tipo de potencia que, por ejemplo, “no reproduzca el modelo imperialista”, tantas veces criticado al interior de ese foro, que este año se realizará de manera descentralizada en por lo menos 27 regiones de todo elmundo.Una potencia “positiva”, con una agenda internacional “equilibrada”, dijo al referirse a casos como el de la expansión de Petrobrás en países vecinos como Bolivia, o a las negociaciones sobre Itaipú, la hidroeléctrica que Brasil tambiéncomparte con Paraguay.Para el director de IBASE, es necesario fortalecer “aun mas” la “actitud de respeto con esos países”, reconociendo que “hay una total asimetría en esa relación”.“No podemos continuar haciendo lo que el planeta hizo con ellos, como potencia dominante. Tenemos que invertir esa relación”, alertó, señalando temer que su país comience a “sacar provecho de la pobreza de los otros”.“Me gustaría ver un Brasil solidario, no un Brasil que disputa ser socio del grupo exclusivo del G8 o del G20, sino un país que promueva la igualdad entre los pueblos”, que acepte “que es administrador de un gran patrimonio natural y que por lo tanto tiene una responsabilidad planetaria”, dijo Grzybowski.En el mismo contexto, el director de IBASE pidió que su país fuera más “radical en la agenda de derechos humanos”.“No podemos andar haciendo acuerdos por ahí para conquistar mercados ignorando las violaciones sistemáticas de los países con quien hacemos” los tratados, dijo al referirse a países africanos con dictaduras con los cuales Brasilia ha negociado.Grzybowski dijo estar preocupado, por ejemplo, “en lo que China hace en África” y exhortó a no inspirarse en el modelo de esa otra potencia emergente. “Es sacar partido de la agenda del atraso en función del llamado interés nacional chino”, sostuvo.“¿Es ése el modelo que aspiramos?”, se preguntó.El director de IBASE opinó que el FSM también podía hacer su aporte en ese sentido, impulsando a través de sus organizaciones sociales una agenda “progresista, democrática, igualitaria, con justicia social”..“Una agenda que redefina el modelo de desarrollo, una agenda que considere la justicia social asociada a la justicia ambiental, sólo puede emerger de la sociedad civil”, sostuvo.(FIN/2010



Por Fabiana Frayssinet

RÍO DE JANEIRO, 21 ene (IPS) – Cuna del primer Foro Social Mundial (FSM), que nació como una alternativa al debate neoliberal, Brasil va a camino a convertirse en una potencia económica, según vaticinan los analistas. La pregunta es qué tipode modelo tomar para no seguir el mismo camino que tanto criticó.El presidente Luiz Inácio Lula da Silva suele repetirlo en sus discursos nacionales e internacionales. Pero cabe a sus ministros en todas las áreas expresarlo con programas y metas,incluso al de Turismo, Luiz Barretto.

“Brasil se perfila en 2016 como la quinta economía del mundo”, dijo el ministro al lanzar el plan estratégico turístico para la próxima década.

“Este excelente momento económico que Brasil está viviendo, siendo el último en entrar y el primero en salir de la crisis (financiera mundial) lo recolocan definitivamente como un país que tendrá una importancia grande en el escenario internacional en la próxima década”, afirmó.

Francisco Barone, economista de la Fundación Getulio Vargas,lo confirmó con datos. La potencialidad de un país se mide con el producto interno bruto (PIB).

“De acuerdo con el PIB brasileño, nos encuadramos entre las 10 mayores economías del mundo”, señaló el economista. Y la perspectiva es de crecimiento, camino a ser uno de los “líderes” del “Brics” – Brasil, China, India, Rusia- en menos de cinco años, vaticinó.

Una perspectiva que Barone atribuye al gran mercado interno: 190 millones de habitantes, donde gran parte de lo producido es consumido.

Pero también a otras potencialidades de Brasil, como su enorme matriz energética –incrementada tras el reciente descubrimiento por parte de la estatal Petrobrás de nuevos yacimientos de petróleo–, su diversidad industrial, su estabilidad económica y su capacidad de exportación. Desde productos derivados del gronegocio hasta aviones, fabricados por la empresa pública Embraer.

Cándido Grzybowski, director del Instituto Brasileño de Estudios Sociales y Económicos (IBASE), una de las entidades que impulsaron el FSM desde sus comienzos, cree que así como “otro mundo es posible” –como predice el eslogan del foro- también es posible ser otro tipo de potencia.

Entrevistado por IPS antes del comienzo de la décima edición del FSM, que se realizará del 25 al 29 de este mes, Grzybowski dijo ambicionar un modelo de “potencia” que, antes que nada,supere sus propias deudas, como la de su enorme desigualdad social.

En los últimos años, Brasil tuvo algunos avances en ese sentido, según Barone. Avances destacados por estudios oficiales como los del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA).







El IPEA reveló que, de 2003 a 2008, unas 19,5 millones de personas salieron de la pobreza, y que los ingresos de 10 por ciento de los más pobres creció en ritmo mayor que los de 10 por ciento de los más ricos, “indicando también una reducción de la desigualdad social en el país”.Pero todavía hay que hacer, según Barone. La deuda histórica del hambre no se ha superado aún. Hay todavía 15 millones de personas en estado de inseguridad alimentaria.

“Para ser una potencia económica, los desafíos pasan por la disminución de la desigualdad social”, por razones humanitarias, pero también pragmáticas, explicó. “Esos millones de excluidos sociales transformados en consumidores van a demandar más de la industria nacional, la industria produce más, emplea y eso generaun círculo vicioso de crecimiento”.

Grzybowski se refirió a otros desafíos de la famosa desigualdad brasileña, como la vinculada “al derecho a la distribución de todos los bienes comunes de esta tierra que es muy rica”.

En Brasil “parece normal tener propiedades de 3.000,200.000, 500.000 hectáreas”. Un país donde los dueños de latifundios que “no llegan a uno por ciento de los propietarios de la tierra, tienen un poder de veto grande en el Congreso legislativo”.

“Algo de esta potencia está equivocado”, reflexionó.

El director de IBASE – unas de las organizaciones del comité internacional del FSM – busca otro tipo de potencia que, por ejemplo, “no reproduzca el modelo imperialista”, tantas veces criticado al interior de ese foro, que este año se realizará de manera descentralizada en por lo menos 27 regiones de todo elmundo.

Una potencia “positiva”, con una agenda internacional “equilibrada”, dijo al referirse a casos como el de la expansión de Petrobrás en países vecinos como Bolivia, o a las negociaciones sobre Itaipú, la hidroeléctrica que Brasil tambiéncomparte con Paraguay.

Para el director de IBASE, es necesario fortalecer “aun mas” la “actitud de respeto con esos países”, reconociendo que “hay una total asimetría en esa relación”.

“No podemos continuar haciendo lo que el planeta hizo con ellos, como potencia dominante. Tenemos que invertir esa relación”, alertó, señalando temer que su país comience a “sacar provecho de la pobreza de los otros”.

“Me gustaría ver un Brasil solidario, no un Brasil que disputa ser socio del grupo exclusivo del G8 o del G20, sino un país que promueva la igualdad entre los pueblos”, que acepte “que es administrador de un gran patrimonio natural y que por lo tanto tiene una responsabilidad planetaria”, dijo Grzybowski.

En el mismo contexto, el director de IBASE pidió que su país fuera más “radical en la agenda de derechos humanos”.

“No podemos andar haciendo acuerdos por ahí para conquistar mercados ignorando las violaciones sistemáticas de los países con quien hacemos” los tratados, dijo al referirse a países africanos con dictaduras con los cuales Brasilia ha negociado.

Grzybowski dijo estar preocupado, por ejemplo, “en lo que China hace en África” y exhortó a no inspirarse en el modelo de esa otra potencia emergente. “Es sacar partido de la agenda del atraso en función del llamado interés nacional chino”, sostuvo.

“¿Es ése el modelo que aspiramos?”, se preguntó.



El director de IBASE opinó que el FSM también podía hacer su aporte en ese sentido, impulsando a través de sus organizaciones sociales una agenda “progresista, democrática, igualitaria, con justicia social”..“Una agenda que redefina el modelo de desarrollo, una agenda que considere la justicia social asociada a la justicia ambiental, sólo puede emerger de la sociedad civil”, sostuvo.(FIN/2010)







fuente RED POR TI AMERICA.

lunes, 4 de enero de 2010

Por ti America


NUEVAMENTE POR TI AMERICA COLABORANDO CON NOSOTROS
MUY PRONTO TENDREMOS LAS NOTICIAS DE SUS CORREPONSALES.
Por la direccion  Julio Patiño
agradece el apoyo de Aline Castro