lunes, 11 de junio de 2007

*** EL PROCESO ***





Por Luis Alberto Alvarez para ANTI-IMPERIO


A pesar de que se considera que el hombre es esencialmente social, el modelo cultural lo provee de una diversidad de opiniones y de un esquema de vida que impide su práctica. Cada uno llega a una convicción personal según lo que haya aprendido, vivido y entendido.-
Una convicción es lo que creemos correcto, inclusive lo que creemos que es verdad. Lo correcto, en cuanto al relacionamiento social es sinónimo de justo, desde la visión personal. Entonces, razonar sobre lo correcto es razonar sobre lo justo, y a la vez, razonar sobre lo que creemos que es verdad.-
Si una verdad científica lo es hasta que la investigación descubre otra cosa y la modifica, con más razón estamos en nuestro derecho y obligación de investigar sobre lo social – que nos incumbe directamente – y descubrir qué nos impide desarrollar nuestra esencia social de manera natural.-
Desde un punto de vista social afirmamos que “solo es justo lo que es justo para todos”; por lo tanto, a partir de esta premisa podemos establecer si lo que creemos correcto es realmente correcto o solo es correcto para mí, (me beneficia o me conviene a mí); lo que traería aparejado la discrepancia de los demás o su oposición. Siendo así, nuestra convicción tiene un origen erróneo y sufrirá cambios en cuando aceptemos ese error y consideremos una nueva situación.-
Así como se llega a tener una convicción por medio de la sugestión o la repetición, el nivel de aceptación de ella puede ser leve (la duda), firme (su aceptación como verdad) o fuertísima (que conocemos como fanatismo) y dependerá de nuestro previo nivel interno.-
Alguien dijo que un fanático es quien no puede cambiar su mentalidad y no quiere cambiar de tema. La mantención de una convicción injusta revela que su defensor tiene un límite de entendimiento – sobre lo que estamos desarrollando – y prioriza su conveniencia por sobre el razonamiento.-
Hemos escuchado decir que “la verdad es cruel”, ante la explicación de una situación; respuesta que nos permite hacer dos interpretaciones: una es que, evidentemente, había una base falsa o de mentiras; la otra es que lo que le duele es haber estado convencido de algo equivocado. Quien considera cruel a una verdad, puede ser que esa verdad lo frustre, frustre sus deseos de lograr algo mediante su opinión, que no es verdad.-
En el proceso actual de entendimiento, la verdad es móvil, tanto en la ciencia como en lo social. Como el horizonte, la calidad de la verdad avanza en la medida que entendemos el conjunto que nos rodea.-
La creencia que cada uno tiene, está directamente relacionada con LO QUE SABE. A medida que se aprende y el razonamiento selecciona lo mejor de lo que sabe, la creencia sugerida pierde espacio y crece la sapiencia. En este sentido, la religión generó una creencia irracional pero que llenaba la necesidad de creer en algo, aunque fuera equivocado. Lo exotérico fue desplazando al PODER de los sacerdotes, con visiones más razonables de lo espiritual y, al dejar de lado los misterios y los milagros para pasar a entender el movimiento y la transformación de las energías, la creencia se convierte en SABER y las mentes ya no pueden ser sugestionadas por el MIEDO.
Todo fanatismo representa el máximo peso de las convicciones impuestas por sugestión y que están destinadas a no avanzar en la verdad. La estrechez mental que producen, incapacita para captar ideas diferentes a lo conocido. La crisis actual de los poderes, que ejercen debido a las convicciones que nos impusieron, permite aflorar el instinto natural que nombramos como esencia social y aplicar el razonamiento (históricamente combatido), para entender la situación y superarla con el hecho de practicar una cultura social.-
Para ello, hagamos una secuencia desde lo que tenemos hacia atrás; hacia su origen:
- el pensamiento es la respuesta de la memoria;
- la memoria es el cúmulo de datos que hemos recibido y conforma nuestra convicción;
- la convicción se basa en la repetición de los estímulos recibidos en la comunicación y relacionamiento social;
- los estímulos que recibimos admiten una intervención arbitraria que puede orientar hacia una convicción determinada.-
Sabiendo que pensamos y reaccionamos de acuerdo a una educación recibida (Goleman) y que todos esos estímulos conforman nuestro ECRO (Pichón Riviere), podemos establecer dos conclusiones: una es que los estímulos recibidos por repetición terminan creando una convicción por sugestión; la otra es que, si esta sugestión no admite razonamiento, es decir, la tendencia evolutiva del proceso mental, es rechazada por instinto de conservación y se expresa en forma de rebeldías, sobre todo en la edad adolescente. (Piaget)
Este planteo, relacionando una serie de hechos que se han descubierto por el impulso instintivo de rechazo a lo que no permite la evolución natural, la evolución sin resistencia, desenmascara a los impulsores jerárquicos como incapaces de dejar la competencia como forma de vida, e incapaces de entender algo más humano, como sería una sociedad armoniosa, cuyos ejemplos vistos en otras culturas anteriores y en tribus indias, fueron destruidos “por salvajes”.-
El instinto orienta (actualmente, lo que dicta la conciencia) y el razonamiento permite ubicar lo correcto y descartar lo erróneo.-
Resulta evidente entonces, que los estímulos a la competencia se reciban obligatoriamente (la escuela) y que seamos reprimidos desde niños para aprenderlos (Piaget) y debamos “actuar” socialmente, en vez de ser (autoestima) socialmente humanos, amigos.-
El razonamiento indica que el error básico, la causa de nuestros problemas sociales es el uso de la competencia y que, si somos estimulados, sugestionados y convencidos – en menos o mayor grado – a practicarla, podemos plantearnos otra forma de vida (la meta) y estimular hábitos y costumbres sociales que conformen un ambiente agradable y real; sin actuaciones ni falsedades.-
Al cambiar los estímulos cambiamos nuestra memoria y por consiguiente los pensamientos y sus reacciones.-
La participación, con sus características de libertad y equidad, representa lo lo natural en el aspecto social. Significa compartir, tener amigos, vernos y mostrarnos como somos, vivir el equilibrio responsable de ser compañero en la aventura con los demás. Y como este conjunto es natural, el nuevo ambiente se aprende sin forzar (no habrán traumas); los conceptos serán claros (no habrá ECRO ni confusiones o incertidumbre) y la calma mental resultante hará normal y cotidiana la incursión hacia el interior, es decir al conocimiento y desarrollo interno, que es el paso siguiente de la humanidad.-

ECRO: Esquema Conceptual Referencial y Operativo. LAA – Set.04
EL PROCESO.

A pesar de que se considera que el hombre es esencialmente social, el modelo cultural lo provee de una diversidad de opiniones y de un esquema de vida que impide su práctica. Cada uno llega a una convicción personal según lo que haya aprendido, vivido y entendido.-
Una convicción es lo que creemos correcto, inclusive lo que creemos que es verdad. Lo correcto, en cuanto al relacionamiento social es sinónimo de justo, desde la visión personal. Entonces, razonar sobre lo correcto es razonar sobre lo justo, y a la vez, razonar sobre lo que creemos que es verdad.-
Si una verdad científica lo es hasta que la investigación descubre otra cosa y la modifica, con más razón estamos en nuestro derecho y obligación de investigar sobre lo social – que nos incumbe directamente – y descubrir qué nos impide desarrollar nuestra esencia social de manera natural.-
Desde un punto de vista social afirmamos que “solo es justo lo que es justo para todos”; por lo tanto, a partir de esta premisa podemos establecer si lo que creemos correcto es realmente correcto o solo es correcto para mí, (me beneficia o me conviene a mí); lo que traería aparejado la discrepancia de los demás o su oposición. Siendo así, nuestra convicción tiene un origen erróneo y sufrirá cambios en cuando aceptemos ese error y consideremos una nueva situación.-
Así como se llega a tener una convicción por medio de la sugestión o la repetición, el nivel de aceptación de ella puede ser leve (la duda), firme (su aceptación como verdad) o fuertísima (que conocemos como fanatismo) y dependerá de nuestro previo nivel interno.-
Alguien dijo que un fanático es quien no puede cambiar su mentalidad y no quiere cambiar de tema. La mantención de una convicción injusta revela que su defensor tiene un límite de entendimiento – sobre lo que estamos desarrollando – y prioriza su conveniencia por sobre el razonamiento.-
Hemos escuchado decir que “la verdad es cruel”, ante la explicación de una situación; respuesta que nos permite hacer dos interpretaciones: una es que, evidentemente, había una base falsa o de mentiras; la otra es que lo que le duele es haber estado convencido de algo equivocado. Quien considera cruel a una verdad, puede ser que esa verdad lo frustre, frustre sus deseos de lograr algo mediante su opinión, que no es verdad.-
En el proceso actual de entendimiento, la verdad es móvil, tanto en la ciencia como en lo social. Como el horizonte, la calidad de la verdad avanza en la medida que entendemos el conjunto que nos rodea.-
La creencia que cada uno tiene, está directamente relacionada con LO QUE SABE. A medida que se aprende y el razonamiento selecciona lo mejor de lo que sabe, la creencia sugerida pierde espacio y crece la sapiencia. En este sentido, la religión generó una creencia irracional pero que llenaba la necesidad de creer en algo, aunque fuera equivocado. Lo exotérico fue desplazando al PODER de los sacerdotes, con visiones más razonables de lo espiritual y, al dejar de lado los misterios y los milagros para pasar a entender el movimiento y la transformación de las energías, la creencia se convierte en SABER y las mentes ya no pueden ser sugestionadas por el MIEDO.
Todo fanatismo representa el máximo peso de las convicciones impuestas por sugestión y que están destinadas a no avanzar en la verdad. La estrechez mental que producen, incapacita para captar ideas diferentes a lo conocido. La crisis actual de los poderes, que ejercen debido a las convicciones que nos impusieron, permite aflorar el instinto natural que nombramos como esencia social y aplicar el razonamiento (históricamente combatido), para entender la situación y superarla con el hecho de practicar una cultura social.-
Para ello, hagamos una secuencia desde lo que tenemos hacia atrás; hacia su origen:
- el pensamiento es la respuesta de la memoria;
- la memoria es el cúmulo de datos que hemos recibido y conforma nuestra convicción;
- la convicción se basa en la repetición de los estímulos recibidos en la comunicación y relacionamiento social;
- los estímulos que recibimos admiten una intervención arbitraria que puede orientar hacia una convicción determinada.-
Sabiendo que pensamos y reaccionamos de acuerdo a una educación recibida (Goleman) y que todos esos estímulos conforman nuestro ECRO (Pichón Riviere), podemos establecer dos conclusiones: una es que los estímulos recibidos por repetición terminan creando una convicción por sugestión; la otra es que, si esta sugestión no admite razonamiento, es decir, la tendencia evolutiva del proceso mental, es rechazada por instinto de conservación y se expresa en forma de rebeldías, sobre todo en la edad adolescente. (Piaget)
Este planteo, relacionando una serie de hechos que se han descubierto por el impulso instintivo de rechazo a lo que no permite la evolución natural, la evolución sin resistencia, desenmascara a los impulsores jerárquicos como incapaces de dejar la competencia como forma de vida, e incapaces de entender algo más humano, como sería una sociedad armoniosa, cuyos ejemplos vistos en otras culturas anteriores y en tribus indias, fueron destruidos “por salvajes”.-
El instinto orienta (actualmente, lo que dicta la conciencia) y el razonamiento permite ubicar lo correcto y descartar lo erróneo.-
Resulta evidente entonces, que los estímulos a la competencia se reciban obligatoriamente (la escuela) y que seamos reprimidos desde niños para aprenderlos (Piaget) y debamos “actuar” socialmente, en vez de ser (autoestima) socialmente humanos, amigos.-
El razonamiento indica que el error básico, la causa de nuestros problemas sociales es el uso de la competencia y que, si somos estimulados, sugestionados y convencidos – en menos o mayor grado – a practicarla, podemos plantearnos otra forma de vida (la meta) y estimular hábitos y costumbres sociales que conformen un ambiente agradable y real; sin actuaciones ni falsedades.-
Al cambiar los estímulos cambiamos nuestra memoria y por consiguiente los pensamientos y sus reacciones.-
La participación, con sus características de libertad y equidad, representa lo lo natural en el aspecto social. Significa compartir, tener amigos, vernos y mostrarnos como somos, vivir el equilibrio responsable de ser compañero en la aventura con los demás. Y como este conjunto es natural, el nuevo ambiente se aprende sin forzar (no habrán traumas); los conceptos serán claros (no habrá ECRO ni confusiones o incertidumbre) y la calma mental resultante hará normal y cotidiana la incursión hacia el interior, es decir al conocimiento y desarrollo interno, que es el paso siguiente de la humanidad.-

ECRO: Esquema Conceptual Referencial y Operativo. LAA – Set.04