La senadora colombiana Piedad Córdoba denunció este martes al Gobierno de Álvaro Uribe por mentir a sus compatriotas, por perseguir a quienes cuestionen sus políticas y por ignorar la tragedia de una sociedad golpeada por el conflicto armado, el desplazamiento y la miseria, al tiempo que pidió a la comunidad internacional una intervención humanitaria en su país.
"La Corte Penal Internacional también tiene que empezar a mirar lo que está pasando aquí", dijo Córdoba en una entrevista concedida a TeleSUR, en la cual expresó su "tristeza" e "indignación" por la actuación del Gobierno colombiano luego de que Uribe suspendiera la labor que la senadora realizaba junto al presidente venezolano, Hugo Chávez, en busca de un intercambio humanitario de rehenes por guerrilleros presos.
"Yo quiero que el mundo haga una investigación frente a los diputados. ¿Quién asesinó a los once diputados?", añadió en referencia a la muerte, en junio pasado y en circunstancias no esclarecidas, de 11 legisladores que estaban retenidos por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Lo está viendo América Latina y el mundo. Lo que está pasando es demasiado grave en el país, que aunado a una crisis humanitaria de desplazamiento y de miseria hay también una acción proterva para no permitir que la gente salga de la cárcel", añadió Córdoba, en declaraciones al periodista colombiano William Parra.
"En el derecho internacional humanitario hay el derecho de intervención en otro país por condiciones humanitarias", dijo la senadora en la entrevista, en la cual se intercalaban también testimonios de los retenidos.
Explicó que, una vez que el Gobierno tenía en su poder de las pruebas de vida de los rehenes de las FARC, debería haber cumplido su parte y liberado unilateralmente a un grupo de guerrilleros presos.
"Si las pruebas se encontraron, si las pruebas eran lo que exigía también el Gobierno para acceder al intercambio humanitario", dijo la senadora, entonces "¿por qué no hay una acción del Gobierno para entregar a la gente?".
"Eso no lo entiendo yo ni lo entiende nadie, uno no puede tener un Presidente así. ¿Qué quiere? ¿Que nos inmolemos, que nos matemos, qué quiere que hagamos? Él puede dormir tranquilo nosotros no, nosotros no podemos vivir con eso", expresó. "Todos estamos muy tristes, unos llorando por fuera otros llorando por dentro".
Consideró que "las pruebas que llegaron la semana pasada son una muestra del compromiso que se tenía por parte de las FARC y de la dinámica que iba a adquirir eso (el intercambio humanitario) con la llegada de las pruebas".
Aseguró que para los que han vivido la tragedia del secuestro el tema del canje "no es de coyuntura. Es una forma de ser, una forma de vida, es el centro de lo que nosotros defendemos, es la libertad, son los seres humanos (...) es un tema de la sociedad colombiana, estar al frente de la posibilidad de la paz".
"Pensar distinto" puede costar caro
Según Córdoba "Colombia es una sociedad anestesiada (...) es una sociedad muy escindida", donde "pensar distinto" es peligroso.
Recordó el genocidio de los 3 mil militantes del partido Unión Patriótica, constituido en 1985 en el marco de las negociaciones de paz entre el gobierno del presidente Belisario Betancur y la guerrilla de las FARC.
"En este país donde mataron a 3 mil personas de un partido político que quería hacer política, en Colombia no pasa nada", lamentó. "Cualquiera de los que pensamos distinto asoma la cabeza y desaparece".
Según dijo, en la historia colombiana reciente "todo se parece a todo, la historia se repite. Cuando el Pacto de Chicorán también jugaron sucio, cuando Marquetalia también jugaron sucio. Es una historia sucia que se resiste a ser transparente y decente".
"Estoy muy dolida y no lo puedo ocultar. Asqueada estoy por la manera cómo juegan con uno, cómo se ríen de uno, cómo se burlan de uno", lamentó.
"Yo creo que hace años que ni siquiera saben qué pasa en esa discusión del acuerdo humanitario, que los actores del conflicto ni se han acercado. Pero no se acercan porque, entre otras cosas, eso quita puntos, eso quita imagen. Defender a una persona quita puntos, defender a una caja fuerte lo pone a uno casi en la silla presidencial. Porque la vida en Colombia vale menos que una caja fuerte".
La senadora consideró que el Gobierno de Uribe no puede "seguir diciendo simplemente que son las FARC" las causantes de los crímenes y de la tragedia en Colombia.
"Echarle la culpa a las FARC es lo más fácil, hasta da prestigio hablar mal de las FARC", opinó. "Lo que es muy duro es llamar a las FARC a construir sociedad y país, y lo que uno puede es exigirle al Estado, que es quien es reponsable de cuidarnos, para eso pagamos impuestos y para eso elegimos a la gente", dijo.
"Las FARC están mandadas a recoger"
Córdoba culpó también a las FARC por no tomar la iniciativa y dar el primer paso para destrabar los diálogos de paz. "A mí me parece que lo más preocupante es que las FARC tienen que hacer alguna cosa. O sea ¿cómo hacemos para que toda esta gente regrese de una vez?".
"Yo pienso que hasta las FARC, en toda esta tragedia, están también mandados a recoger. Uno no puede estar pensando que no vale la pena luchar, que no vale la pena buscar salidas al país y uno no se puede parecer al que no se quiere parecer o al que está combatiendo, no se puede parecer porque termina igual", expresó.
Según Córdoba, "las FARC tienen que entregar unas personas o todas. Buscar la forma de hacerlo y tienen que creer que nosotros también lo estábamos haciendo correctamente".
La senadora dijo no temer a nada, pues ya ha sido víctima de toda clase de persecuciones. Asimismo, lamentó la suerte que corrieron quienes sirvieron de correo a las pruebas de vida de los retenidos por la guerrilla.
"Que digan que estoy esto, que estoy lo otro, que estoy loca, que mentirosa, etc. Me duele que yo haya hecho terminar en la cárcel a tres personas, que en un momento determinado pusimos para que recogieran las pruebas. ¿Por qué no me dijeron que el juego no era limpio?", inquirió.
"Yo estoy dispuesta a asumir los riesgos que ya he asumido, yo ya no tengo nada que perder. A mí no me importa qué piensa fulano o qué piensan los dueños de los medios de comunicación, eso ni lo leo, porque nunca dicen lo que es".
"Soy como una fugitiva porque el espacio de mi país para mí no existe, y no existe porque no pienso igual a ellos. Yo creo que honorabilidad y la rectitud van conmigo, las llevo yo. Son mis pasajeros permanentes", declaró.
También dijo estar confiada en que el presidente Chávez "va, como lo dijo en la reunión de hoy, a seguir luchando y seguir trabajando y nosotros seguiremos agradeciéndolo enormemente".
Precisó que espera que el mandatario venezolano apoye al presidente francés, Nicolás Sarkozy, "en lo que sea necesario. Y que él (Sarkozy) entienda que a nosotros no nos mueve nada distinto a lo que pudo haber movido a los libertarios de la revolución francesa para hacer una sociedad humanista en ese momento".
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