lunes, 3 de marzo de 2008

Qué ingratos fuimos Raúl

Carta.

Raúl:

iQué olvidado te tuvimos en tu tiempo de auroras!
Todos los poetas sabían de tu cuerpo de metal y azúcar
de tu rostro duro de tanto acumular ternuras
de tu pisada firme y dura también
de tanto caminar la tierra
de tanto abrazar al Che
de tanto reír Camilos
de tanto mirar la frente de Fidel
de tanto orgullo de tu invencible pueblo.

iQué injustos fuimos Raúl!
No sé cuantos versos te cantaron
pero me hubiera gustado ser el primero.
El primero que abriera tu robusta camisa
para encontrarme con tu pecho de combate.

Te cuento Raúl que cuando abrazaste al indio ecuatoriano
que dice llamarse Ave Voladora o Guayasamín
y él te dijo en el abrazo
de tu tierno espíritu
y tú le contestaste "Me alegro que lo haya descubierto"
me dió mucha pena
porque yo lo descubrí cuando tu fusil era sierra y bandera
y el poema se moría en mis manos
tal vez porque la poesía era tu presencia.

Pero ha pasado el tiempo
y a los setenta julios que nivean mi pelo
quiero dejarte el amor que siento.
El cristal rocío de estos versos simples
pidiendo perdón por tanta lejanía.

iQué ingratos fuimos Raúl!
Tener en América un soldado de acero y de geranios
y no tomar la pluma para tu poema.

Oscar Sosa Ríos

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