El Gobierno cubano, encabezado de forma temporal por el General Raúl Castro, ordenó una investigación científica sobre el tema de la propiedad con el fin de lograr "la eficiencia económica y evitar la corrupción".
"Economistas, filósofos, antropólogos y otros especialistas se dieron cita en el Centro de Estudios de la Economía y Planificación", informó el periódico Juventud Rebelde aclarando que ya hay trabajos realizados sobre el tema que servirán de punto de partida.
Jesús García, investigador del Instituto de Filosofía, explicó que "este encuentro puede catalogarse de inédito. No recuerdo antes que se unieran tantos investigadores de distintas especialidades para analizar con profundidad el tema de la propiedad en Cuba".
Realmente este punto fue hasta ahora casi incuestionable, la propiedad estatal sobre la absoluta mayoría de los medios de producción era un precepto, casi un principio heredado del estalinismo económico soviético.
Estatización
La estatización es tal que hasta los vendedores ambulantes pertenecen a empresas nacionales que desarrollan la engorrosa tarea de entregarles los productos, controlarlos con inspectores para que no roben y pagarles un salario.
Chofer de bicitaxis: uno de los trabajos que se autorizó durante la crisis económica y que continúa.
De hecho la mayoría de las soluciones que se han buscado para arreglar los problemas económicos tratan de no alterar el principio de propiedad estatal sobre las empresas productivas y de servicios.
Esta es la primera vez que no sólo se permite sino que se propone cuestionar el sistema de propiedad establecido hasta el presente, conscientes de que "tiene amenazas internas y externas. Para combatirlas con éxito es necesario que la ciencia busque las causas", expresó el doctor Ernesto Molina.
El trabajo será complejo, "en Cuba hay unas 3.800 empresas estatales, integradas por más de 60.000 unidades empresariales de base", informó el licenciado Luis Marcelo Yera del Instituto Nacional de Investigaciones Económicas.
La crisis económica de los años 90, producto de la desaparición del comunismo en Europa del Este, marcó el único momento en el que se abrió un poco la economía como única forma de sobrevivir.
En aquellos años se le dio un verdadero impulso a las inversiones extranjeras, se crearon zonas francas y se autorizó el trabajo privado para casi 200.000 cubanos, que crearon restaurantes, cafeterías o alquilaron sus casas.
Medidas temporales
Sin embargo, con el estrechamiento de las relaciones comerciales con Venezuela y China se volvió atrás.
Durante los últimos años se redujo el número de empresas mixtas, se cerraron las zonas francas y se restringieron los permisos para el trabajo privado.
Hasta los vendedores ambulantes son empleados que pertenecen a empresas estatales.
En realidad en todo momento el gobierno de Fidel Castro aclaró que estas medidas liberalizadoras de la economía se tomaban de forma temporal, por una necesidad vital, y que cuando pasara la emergencia se volvería a "construir el socialismo".
El problema fundamental que enfrentan los economistas es cómo resolver temas tan delicados como la eficiencia o evitar la corrupción, un mal que ha hecho metástasis en todo el aparato productivo del país.
En Cuba muchísima gente le roba al Estado, desde los directivos de empresas que llegan a tener cuentas en el extranjero o colchones llenos de dinero, hasta los obreros que se llevan cada día productos de las fábricas.
En la calle el tema se discute a diario, mientras unos piensan que la solución es volver a la propiedad privada para que "el dueño cuide su empresa", otros apuestan a convertir las empresas estatales en propiedad social con participación de los trabajadores en las decisiones.
Lo que muy poca gente cree es que el actual sistema de propiedad pueda estar a la altura de los retos económicos que enfrenta el país.
